25 de marzo de 2011

... y de como la primavera la hormona altera

No os mentía, hay ejemplos en la red que demuestran el carácter erótico festivo de la actividad que nos muestran Ainara y JuanPa disfrazada como experiencia única o incluso deportiva.
Vease un ejemplo:



Que no nos engañaís, malandrines!

22 de marzo de 2011

...y el primer post de primavera

No sabía bien cómo iba a titular el post, pero parece que Gaby me lo ha puesto en bandeja :)

Mientras el domingo 7 valientes expedicionarios subían y bajaban en Sierra Nevada, Ainara y yo aprovechamos la mañana para disfrutar de un regalo de cumpleaños del año pasado, un pack Smart Box "Aventura para dos". El evento que elegimos fue el Spheratoon (alias esferatón, para los que nos gusta inventar palabras raras).

En pocas palabras, el Spheratoon consiste en bajar la falda de un monte.

Dentro de una pelota de plástico, de 3 metros de diámetro.

Algo como esto:

Pequeño inciso: el señor de la camiseta negra que sale en el vídeo a partir del 00:10, además de ser el que organizaba ese día la actividad, resultó ser tres veces campeón de España de taekwondo. Nos dijo su nombre, pero como yo tengo la retentiva de un pez payaso, pues resulta que no me acuerdo.

En cualquier caso, nos recibió con la pregunta "¿Qué tipo de descenso queréis, el suave o el divertido?"; un poco después nos explica que tenemos que meternos en la pelota gigante tal que así:



y que una vez dentro, tenemos que atarnos a los arneses, mayormente para poder salir con el mismo número de huesos rotos que teníamos al entrar en la pelota. Una vez acoplados, comienza la cuenta atrás: 3, 2, 1 y...



A parte de lo que se ve en los vídeos, sólo puedo decir que la experiencia merece MUCHO la pena, es corta pero intensa :D

Spheratoon

Esta actividad la organiza la empresa No Name Sport, en las afueras de Tres Cantos. También nos comentaron que existen otras modalidades de Spheratoon, a saber, Spheratoon relleno de agua (para sentirte en una lavadora), Spheratoon aterrizando en un río/laguna y Spheratoon en la nieve, a través del equivalente de una pista de ski negra. ¡Seguro que repetimos! :-D

El último post del invierno…

El invierno es una época de prueba para todo biker: los días son cortos, el clima es imprevisible… se vuelve complicado disfrutar de la naturaleza con nuestro querido corcel de metal. Lo positivo es que nos hace descubrir nuevas experiencias, y qué mejor manera de abrir nuevos horizontes que con los compañeros con los que hemos compartido tantas odiseas en la montaña.

El viernes pasado, siete alegres expedicionarios dejaban atrás su querida CdC, para adentrarse por tierras manchegas, bordeando caminos llenos de olivos, hasta que pudieron divisar tras largas horas de carretera a 110km/h, una preciosa montaña que se erguía orgullosa en la noche granadina. Su gran manto blanco brillaba al reflejo de la luz de la luna llena. ¡Sierra Nevada nos daba la bienvenida...ozzzuuuuu!!!

Tras sobrevivir a un monumental atasco en el acceso a Granada, producto del macrobotellón de la primavera, decidimos separarnos para poder lograr nuestros cometidos antes del primer día de esquí: Josean y yo fimos a recoger las llaves del piso (pedazo de apartamento que “ficharon” Belén y Alex, ¡con acceso directo a remontes!), mientras que Belén, Ana y Alex fueron a alquilar el material que necesitaban y comprar trescientos cuarenta y cinco megalitros de agua Lanjarón, para aplicar un prometedor descuento en el forfait. Axel y Rosa nos alcanzaron más tarde en la cena: un poco de comida italiana para agarrar fuerzas, una cañita para celebrar el inicio de la aventura y directos a la camita, que a la mañana siguiente nos esperaba un gran día!

El sábado comenzó de manera inesperada con una alarma del fin de mundo salida directamente del móvil de Axel… ¡30 minutos antes de lo acordado! Tuvo suerte el colega de que todos estuviéramos agotados y nadie se levantara a agarrarlo a almohadazos. Fue el primer milagro de supervivencia del día.

Poco a poco nos fuimos despertando. Desde la ventana veíamos un sol radiante, que nos puso las pilas a tope para empezar la “cadena de producción-quita etiquetas de botellín”, con el cometido de acercarnos cuanto antes a comprar los forfaits. Josean fue el encargado de canjear las ciento y tantas etiquetas, que fueron religiosamente contadas una a una por el personal de taquilla, mientras los "felices" esquiadores que esperaban tras de él en la fila querían agarrarlo a bastonazos. Ése fue el segundo milagro del día.

Con un poco de retraso, pero con unas ganas locas de montar en los remontes, salimos al completo con el único objetivo de disfrutar de la nieve al máximo. Hicimos las primeras bajadas juntos por pistas sencillitas para ir aclimatando el cuerpo… ¡Qué sensación! Deslizándonos, sintiendo la brisa primaveral en la cara, con un sol maravilloso!!...


Al poco tiempo se unió al clan Rafa, doctor de profesión y amigo de Belencilla en su tiempo libre, quien nos guió por los dominios de Sierra Nevada, que conoce como la palma de su mano. Desde aquí nuestro más afectuoso agradecimiento por su más que agradable compañía y por todas las consultas ofrecidas desde el remonte-consultorio, jeje!!!...

Tras unas cuantas pistas en las cuales pudimos comprobar que todo el equipo tiene bien dominado el paralelo (nada de “Rodando por Sierra Nevada”, jaja!) y de ver cómo la locomotora alemana baja a velocidades insospechadas, tuvimos un pequeño percance, que a muchos os sonará familiar si recordáis el momentazo: “He perdido mis llaves”… Pues vivimos la segunda parte (igual de buena), pero en versión esquí: “He perdido mi forfait”, jeje!! … vaaale, no vamos a hacer “pupa”, porque el pobre lo pasó muy mal, pero afortunadamente se pudo solucionar, y todavía nos quedaba mucha mañana por delante para disfrutar.


Conforme pasaban las horas, el rigor del sol hacía estragos y sentíamos que el factor 50 en la piel no iba a ser suficiente. Muchos de nosotros descubrimos con alegría que la cremallera de la entrepierna funcionaba, ¡porque jamás la habíamos abierto!... Pasamos unas horas geniales, en las cuales cada uno fue a su ritmo, nos encontrábamos por las pistas, compartimos arrastres en los cuales juntamos nuestros cuerpos serranos para no volcar, descubriendo lo mucho que afianzan esos momentos la amistad, jaja!, hasta que las piernas no pudieron más…

Regresamos al apartamento en avanzadillas. Los primeros en llegar pillaron cama enseguida para echar la siesta, mientras los demás dábamos buena cuenta de lo que había en la nevera. Poco a poco todos se fueron quedando dormidos, hasta que sólo quedamos Axel y yo aguantando el tipo a base de cerveza. Luego despertaron Belén y Alex para disfrutar con nosotros en la terraza de un hermoso atardecer frente a la montaña… una pasada!!!...



Esa noche repetimos cena en el italiano. Habría que ver con qué alegría nos entró la pasta al cuerpo!... y ya bien cargadas las barrigas, de nuevo a la cama para exprimir el último día.



El domingo desayunamos más relajados. Salieron de los cajones bollitos de todas las formas y colores… Alex siguió con su mega tazón de cereal con leche de soja, Belén hizo café para toda la concurrencia (ambos días, que detalle!), y todos nos apuramos para dejar recogida la guarida.


Salimos tan pronto como abrieron los remonte
s para dar buena cuenta de las pistas recién pisadas, ¡Un auténtico lujo! El sol también nos acompañaba, aunque refrescó un poco más. Hicimos las primeras bajadas juntos y luego nos dividimos para probar pistas de todos los colores y aprovechar las primeras horas de la mañana, cuando casi no hay gente.

Más tarde nos encontramos por una pista roja llena de roderas, donde pudimos corroborar la gran progresión de Belén, Ana y Alex, los cuales estaban tan entretenidos, que prefirieron seguir esquiando mientras los demás aprovechábamos para tomar un refrigerio.


Las horas iban pasando y el reloj nos indicaba que el momento de partir estaba cerca… La sensación de “se nos acaba”, mezclada con la buena compañía, hizo que esas últimas bajadas de regreso fueran mágicas. Estábamos todos juntos, con las piernas adoloridas pero pasándola de maravilla… muchas risas, muchos vídeos y caídas intencionadas…. y tras un último tramo de pista azul con mucho “brincoteo”, nos despedimos de Rafa, con la ilusión de volverlo a ver en nuestra próxima aventura en Sierra Nevada.


Terminamos de recoger las pocas cosas que quedaban a toda marcha, bajamos a entregar el material de alquiler y llegó el momento de despedirnos de Rosa, gran amiga de Axel y encantadora persona, que compartió con nosotros estos días de nieve. Te agradecemos muchísimo tus buenos consejos en pista y esperamos que no pase mucho tiempo para el próximo “Prost!”.



Y así terminó nuestra aventura con la cual cerramos la temporada de invierno… Pronto los cerezos se pondrán en flor y con ellos vendrán grandes aventuras, a disfrutar!!!!!!!

14 de marzo de 2011

Vuelta al Embalse del Atazar


Supuestamente el domingo avecinaba mejor día que el sábado, pero las perdiciones cambiaban cada vez que alguien miraba una de las paginas meteorológicas pertinentes. A pesar de todo nos juntamos 6 intrépidos para lanzarnos a la aventura. Habíamos quedado en El Berrueco en el polideportivo que hay a mano derecha a la entrada del pueblo. Traíamos los tracks para dos rutas - una vuelta al Atazar y otra que va remontando los cuatro embalses del río Lozoya. Por cosas de meteorología y la hora avanzada finalmente nos decantamos por la ruta nominalmente mas corta del al vuelta al embalse del Atazar.
A poco de salir del pueblo llegamos a las orillas del embalse que nos saluda con muchos nubarrones y algo de niebla. La ruta bordea el embalse en sentido del reloj por lo que comenzamos a rodar en su orilla oeste hacia el norte. Los primeros kilómetros se hacen por la senda del Genaro que en esta parte transcurre sobre una tuberia del Canal del Villar por lo que no hay casi pendiente pero unas vistas espectaculares sobre El Atazar.     
Como nos gustaba tanto segur esa senda, nos pasamos del punto donde convendría pasar de la senda a la pista, lo que nos obligó a cargar las bicis al hombro para subir a esa pista. Pero bueno, la aventura es la aventura!
Subimos el camino hasta llegar a la M-127 por la que empezamos a bajar hacia la presa del Villar. En la última curva una pequeña trialera nos deja acortar y disfrutar un poco. En la presa paramos un momento para disfrutar de las vistas y reponer algunas energías.
Ahora la ruta transcurre por pistas pasando por el pueblo de Robledillo de la Jara llegando al punto más alto de la ruta. Las nubes nos impiden ver los picos de la Sierra de Puebla pero no por ello el paisaje deja de ser menos espectacular. Josean ya nos esta poniendo los dientes largos con rutas por la zona. El primer tramo de bajada lo hacemos por una (auto-)pista forestal hasta llegar a un cortafuegos por el que transcurre un senderito en linea recta monte abajo.
 Una vez abajo, toca la próxima subida. Nos empezamos a dar cuenta que la ruta bien es mas corta que la otra, pero se las trae. Pasando al lado del pueblo de Atazar llegamos a la Presa del Atazar que tiene una dimensiones impresionantes.
Cruzamos la presa y subimos por la carretera al otro lado hasta llegar a cortafuegos con una pista subiendo en linea recta. Nuestro track por suerte parece que se mete en un bosquecito que hay al lado, pero rápidamente perdemos el camino y nuestros GPS nos muestran que el camino tiene que estar más arriba. Efectivamente, así era y después de un corto 'empujabike' nos encontramos con una maravilla de sendero que transcurre a unos 1000m de altura con muy poca pendiente y unas vistas alucinantes.
Empezamos a notar los kilómetros y las subidas en nuestras piernas, pero el sube y baja del sendero no nos deja parar. La penúltima bajada es por un sendero bastante empinado y requiere cierta técnica. De la última gran subida casi no me quiero ni acordar. Unas rampas del 15 al 20% me obligan a empujar al burra - Gabimex, Josean y Popu la suben como unos heroes!!!
 
En la bajada hacia El Berrueco pillamos algo de barro, pero llegamos a los coches sin grandes percances y ninguna avería! En resumen - una ruta durilla, pero muy, muy guapa! Eso evidentemente mereció ser celebrado con unas cañitas en el Bar del polideportivo!

Ruta Bici: Desde Colmenar a los Embalses de Picadas y San Juan


Desde inicio de la semana me pongo a sondear a la gente a ver quién quiere y puede salir el fin de semana. Las previsiones no son las mejores pero tengo muchas ganas de salir y debido a que no puedo salir todos los findes de semana, de que los próximos dos findes quizás no pueda salir y cada vez está más cerca el Soplao, pues toca salir sin mirar la previsión del tiempo. Pero claro….no es lo mismo salir solo y desde hace tiempo que necesito compañía para disfrutar mejor de los findes dando pedales en la sierra.

Pues este sondeo me arroja unos resultados poco alentadores. La mayoría dice que prefieren esperar al Viernes y solo unos/unas cuantos valientes (y donde queda el femenino de esto? Valienta? Como parienta?) Se animan a salir los dos días. Algunos solo se animan para un día por otros compromisos, otros no pueden o no lo ven claro.

La idea para salir es hacer una ruta algo corta y divertida el Sábado y algo más largo y rodador el Domingo (luego al final los planes salieron totalmente diferentes…jeje) ya que el tiempo según pasa la semana apunta a que estará mejor el Domingo que el Sábado.

El viernes por la noche, cenando unos ricos tacos de pollo en el Órale Compadre, empieza a caer una buena lluvia y me da por pensar que voy a salir solo.

Y efectivamente, después de llegar a casa veo en el foro que ha habido espantada general y que solo dos personas me confirmarán por la mañana según se levanten para ver si se animan o no. Mientras tanto, preparo un plan alternativo. Dos buenos amigos que hace mucho que no veo, van a salir por Hoyo de Manzanares para hacer la rutita clásica de senderitos y trialeras así que en caso de que nadie se apuntase, me iría con ellos.

Llega el Sábado y suena el despertador a las 8.00 horas. Ni siquiera subo la persiana a ver como esta, ni me asomo ni nada. Empiezo a preparar las cosas y veo que Axel me ha confirmado que se anima al final. Le comento que si quiere ir a Hoyo, y que lo decidimos antes de salir.

Cuando salgo de casa, me doy cuenta que no cae ni una gota! Empezamos bien… J. Son las 9.00 y Axel me espera debajo de casa para montar las cosas al coche. JoseAn me escribe diciéndome que están KO de la semana y se reservan para el Domingo, Maria tuvo que ir a currar (bien! Alguien tiene que levantar el país), Alex había confirmado que no iría, Belensilla no da señales de vida  y del resto…ni sus luces.

Mientras metemos las bicis, decidimos ir a Colmenar del Arroyo porque no conocemos bien la zona y hay ganas de explorar. Salimos y pasamos por el cajero y por la gasolinera para poner sopa. Me olvido del chubasquero (que al final ni utilicé!) y por fin a las 9.30 salimos de Las Tablas rumbo a Colmenar del Arroyo. Durante todo el trayecto  no llueve nada, solo nos caen unas gotitas a mitad del camino por la carretera de los Pantanos. El día promete y mucho!

Llegamos a Colmenar del Arroyo y tranquilamente montamos las bicis, nos preparamos y a las 10.45 nos ponemos en marcha. No hay prisas ya que vamos solos. Empezamos a ritmo tranqui ya que la primera parte de la ruta circula por pistas del canal y vías pecuarias y “tira para abajo” hacia Navas del Rey. No hay barro pegajoso, ya que la zona es de ese barro arenoso que no se pega a las ruedas. Alguna paradita para una fotito, para disfrutar una vista y en nada estamos a las orillas de Navas del Rey. No llegamos al pueblo pero tenemos que acercarnos  a la rotonda de la entrada porque hay que pasar al otro lado de la carretera y hay una valla que lo impide.





Salimos de Navas del Rey por el polígono para coger otra pista del canal por la que se circula muy bien y que a pesar de las nubes, ofrece una vista esplendida de toda la serranía de Gredos.



Llegamos a la urbanización Santa Ana donde para deleite de los invitados, el track nos lleva por una bajadita corta pero intensa que el barro hace que sea muy divertida. Esta trialera nos deja en el Embalse de Picadas y termina en un sitio donde con calor dan ganas de no parar y hacer un water jump!




Estamos en lo que discutimos si es el rio Alberche o el Embalse de Picadas o el rio embalsado…yo digo que es el río. Seguimos por el lateral por una pista sin desnivel alguno que nos deja a nuestra izquierda primero y derecha después el curso del rio con un paisaje de encanto. Vemos algunos y algunas piragüistas disfrutando del buen día que hace y en nada llegamos al Mesón del Puerto en Pelayos de la Presa.

Nos toca circular un poquito por la carretera para coger una pista forestal y empezar las subidas del día. Hasta ese momento, no nos ha caído ni una gota, hemos disfrutado una charla amena sobre aviones, satélites, GPS’s y demás gadgets interesantes. Hemos parado un par de veces a comer algo, paraditas técnicas en pits y poco más.

Pero ahora toca lo bueno!

Unos poquitos kilómetros después, nos salimos de la carretera de los pantanos para empezar a subir por una pista forestal que en un principio me da malos augurios. Tiene una pendiente considerable y el barro está más suelto y pegajoso en algunos tramos debido al paso de los coches y TT’s.

Pero los malos augurios desaparecen al salir de la primera rampa y al llegar al área recreativa de la Dehesa del Valle y ver las vistas del Embalse de San Juan y ver que el terreno se pone más firme y no se pega nada de barro. La zona merece un buen paseo, las vistas son magníficas y el entorno precioso. Pero esto no es gratis. Seguimos subiendo después de un descanso que ofrece la pista y las rampas se hacen cada vez más duras. Axel va delante de mí y no puedo (ni intento) ponerme a su ritmo, que yo llevo bien controladito el mío…jeje. 





Seguimos subiendo pasando y nos enfrentamos a la segunda rampa del día, que nos llevara al Cerro del Yelmo y a su área recreativa. Para luego pistear en falso llano que se agradece y deleitarnos con las vistas de la Majada del Ronco antes de llegar a la próxima subida por las cercanías de la cuerda Verdugera. Esta subida ya se siente en las piernas pero de nuevo las vistas hacen su papel motivante. Se respira una tranquilidad (en toda la ruta apenas nos hemos topado con un pareja de abueletes y un grupo de senderismo por el GR) y las nubes dan un toque de paz enorme. Llegamos así al tran tran al punto más alto de la ruta, nos paramos a descansar un ratito y comer algo. Creemos que hemos subido todo lo que tocada este día….que ilusos!

Nos espera una bajada trepidante pero no sabemos cómo es. Para un poco de desilusión, la bajada es por pista rápida hasta la carretera M512….jooooo. En fin. Nos pasamos una pequeña bajadita técnica que no estaba en el track, pero no me quise meter porque Axel ya iba más adelante y no me había visto.

Un poquito de carretera y en pocos metros nos desviamos para coger una vía pecuaria que nos llevara hasta Colmenar del Arroyo. En el perfil se ve un pico, pero no muy pronunciado….empezamos a dar pedales y sorpresa! El pico es una subida técnica que nos llevará hacia la senda de la talavera. Es una subida de las que me gustan, para exprimirte pero ir bien concentrado para no echar pie a tierra, pero se notan los kilómetros de las subidas anteriores y hay que ir despacito en los descansos que ofrece la subida. Axel, como costumbre…va delante y me tiene que esperar. Nos topamos con la única zona de barro chungo del día. Un pequeño charco que veo que Axel cruza sin mayores problemas pero que en mi caso, mi rueda delantera dice que no pasa y me obliga a poner el pie derecho en el agua….buen estrenos para los Seal Skin!





Terminamos esta última subida y ahora toca bajar por la vía pecuaria para terminar el día. Axel tiene un pequeño malentendido con una mujer y un par de caballos que no pasa a mayores, pero que nos hace recordar que el camino es de todos y que debemos respetarnos para poder seguir disfrutando sea como sea…en bici, caballo a pie.

Llegamos al pueblo felices y contentos de una buena ruta de 4 horas y media y de que no nos ha caído ni una gota. Nos cambiamos, metemos las bicis en el coche y nos vamos a La Colmena…donde caen como opcional una par de jarras, unas tiras de pollo riquísimas y unos torreznos recién hechos bien tostaditos que están de muerte y caen en un plis-plas. Un cafelito para rematar y unos mensajitos a los rajaos para darles envidia…jeje.

Ha sido un día espléndido, la zona promete mucho (sobre todo la cuerda de la parada) y pensamos en repetir muy pronto. Que no todo es Cercedilla y el Escorial!

Las fotos!? Pues de Axel. Yo no lleve cámara y solo hice un par de la opcional.



P.D. (de Axel): Me he permitido añadir algunas fotos al relato, el resto están aquí. Y si a alguien le interesa, aquí encontráis el track.

13 de marzo de 2011

heroinas sobre ruedas

Soy seguidora del blog http://www.marca.com/blogs/blogxtremo/ porque suelen aparecer artículos interesantes sobre deportes mal denominados según mi criterio como “extremos” (tendrían que ver lo “extremo” que es el deporte de conseguir y mantener un curro :-p) , si bien es cierto que algunos de ellos ciertamente rozan lo increíble, jeje!.

Esta semana al meterme para que ver qué había de nuevo encontré una noticia sobre una tal “Tara Llanes” y reconozco que no sabía quién era, pero la historia me conmovió porque volvió a poner frente a mi uno de los principales miedos de hacer deportes denominados de riesgo: los accidentes y lesiones. Soy fiel defensora de que los deportes de riesgo se deben realizar (y normalmente la gente que se lo toma enserio lo hace) tomando todas las precauciones para minimizar cualquier riesgo, intentando controlar al máximo todos los factores que pueden hacer que algo salga mal, pero es cierto que “algo” puede salir mal. Me hierve la sangre que haya gente que comenté que no les da pena que un/a deportista se lesiones si se dedica a deportes de riesgo porque sabe a lo que va, como si se mereciese más una lesión o un accidente que alguien que juega al golf o corre medias distancias, por no hablar de las infinitas situaciones de la vida cotidiana donde muchas cosas pueden “salir mal” y no se denominan de riesgo, como el conducir por Madrid :-p.

Pero esta entrada no es para realizar una disertación filosófica sobre qué entraña realizar deportes considerados de riesgo, sino para hablar del maravilloso ejemplo y la inspiración que me ha supuesto leer la historia de Tara Llanes y ver sus videos, y eso es lo que quería compartir con vosotros/as. Esta ciclista es, según los entendidos, una de las mejores en descenso y four cross de mountain bike de EEUU, campeona de descenso en 2006 y que en 2007 en una caída se lesionó la espalda. La determinación y el espíritu con el que está afrontando a sus 34 años estos años de rehabilitación y adaptación a su nueva situación me han emocionado.

Comparto con esta extraordinaria mujer la determinación de conducir y reconducir tu vida hacia donde tú quieras, mirando hacia adelante e intentando superar las circunstancias que te sobrevienen en la vida y creo que merece la pena que le dediquéis un rato a su espacio en “my space”.

Y que veais este video sobre su vida post-lesión como descender, impresionante...

2010 Tara Llanes Classic on pinkbike.com


Ah! y aquí está la noticia que me hizo conocer la historia: Tara Llanes, una heroína sobre ruedas.


Nos vemos por los senderos!

Salimos en los papeles



Sí queridas y queridos, somos culpables. Este mes de marzo sale nuestro blog en Planeta Mtb.
La culpable es Meme, responsable de la sección de ciclismo femenino de Planeta Mtb, que mes a mes consigue hacerse con más páginas en la revista.

Y ahí, en la sección Telegramas, sugiere a los lectores que visiten nuestro blog, con estas bonitas palabras...

Que lo veís pequeño y quereís leer más, pues venga a comprarse la revista!

Gracias Meme por escribir sobre nuesto blog!

Carrera por la esperanza (27/02/2011)

Correr para qué, a dónde, correr es de cobardes, a mi no me gusta correr, no puedo correr sin música... Anda que no habré puesto yo excusas en mi vida para no correr.
La del domingo pasado tenía un poco más de credibilidad: el día antes había hecho 69 kilómetros en bici con un desnivel positivo, según dijeron, de 1000 m.
Fresca, lo que se dice fresca, no me levanté. Así que cuando me puse a buscar mi camiseta y mi dorsal y ví que no aparecían por ninguna parte pensé, qué alivio, me vuelvo a la cama.
Pero claro, había convencido a Alicia de que se apuntara, y a una mujer capaz de manejar agujas con destreza, mejor no dejarla en la estacada.

Así que me fuí camino de la CdC en metro - que raro - para ver si solucionaba lo del dorsal y sí lo solucioné - pozqué, pozqué - me dejaban correr, por lo que hice un nuevo intento perdiendo el chip, pero, lo encontré enseguida.
Gaby ya estaba allí esperándome y enseguida encontramos a Ainara, Juanpa y su amiga Estela. Y llegó Alicia toda nerviosa, contando que se había hecho más de 50 km. en bici el día anterior y con poco convencimiento en las posibilidades de acabar la carrera.
El grupo de apoyo y seguimiento fotográfico lo completaron Axel y Julio.

Nos dirigimos a la salida corriendo, porque hacía algo de frío, y nos plantamos delante, como las pros.

Y dieron la salida. Duramos todos juntos corriendo unos tres minutos. Ainara, JuanPa y Estela se decidieron a hacerlo lo mejor posible, o a terminar pegándose, por la forma particular que tiene JuanPa de motivar a Ainara para que mejore sus marcas... (qué te adelantan los niños! qué corres como una vieja!...)

Y Alicia y yo nos dedicamos a hacer todo lo posible para terminar la carrera, recordando el lema de la Bola de Cristal: "Solo no, mejor con amigos"

Y que bien se lo pasa una corriendo con amigos...



Untitled from María Maroto on Vimeo.

9 de marzo de 2011

Escorial-Colmenar del Arroyo-Escorial.


26 de Febrero de 2011


Una de tantas propuestas hechas a principios del 2011 fue participar en el Soplao (Soplado para algunas/os). Pues dicho esto, había que prepararlo medianamente bien.


En mi caso, primero fue un objetivo personal. Después de haberlo hecho hace dos años entrenando medianamente bien y acabarlo en casi 15 horas y después de que el año pasado dos lesiones y una gastroenteritis no me permitieron ni prepararlo ni hacerlo completo; pues tocaba ponerme a ellos con tiempo y dedicación.


Pero que cosas tiene la vida…de nuevo lesiones. La preparación que tenía que haber empezado en Noviembre, no empezaría hasta bien entrado Febrero. Mi objetivo personal de hacer un buen tiempo se había ido al garete.


Pero por otro lado, otro objetivo (lo cual cambiaría por ilusión o deseo) apareció. Y es participar en grupo con este grupo de amigos/as que tanto he disfrutado en este último año en muchos sentidos. Compartir un viaje más, una experiencia más, animar y acompañar en el sufrimiento…de algo tenemos que morir…así que al menos morir disfrutando!


Pues dicho esto…habría que hacer algo para irnos acercando a ese infierno de Mayo. Alguno/as ya estaban con un plan de entrenamiento para otras cosas (marchas, duatlones, carreras) y otros necesitábamos empezar a rodar cuanto antes. Así que con estos ingredientes me organicé un calendario acorde a los días que yo podría salir y como no me metí solo en esto, pues lo mejor era compartirlo.


De este calendario salió la primera ruta (no sin antes algunas quejas que si no era progresivo, que si menos kilómetros, que si hacia buen tiempo…). Para esto elegí una zona que muchos no habíamos pisado o lo habíamos hecho en parte. Un track de aquí, otro de allá, recomendaciones para parar a comer, vistas chulas…y eso si dureza! Era nuestra primera vez y sabía que iba a ser doloroso…jeje.


Pensé en proponer algo más llano, más rodador. Incluso en hacer la ruta al revés de cómo la hicimos o por lo menos recortarla, pero decidí que no. Y más adelante contaré porque. Una vez puesto el mantel…se empezó a animar el tema. Propuesta la ruta, nos apuntamos ahí unos cuantos sufridores/sufridoras: Belén, Paula, María, Gaby, JoseAn, Alex, Axel, Elías, Raúl y mi mismo.


La idea era salir a las 9.15, pero por razones varias, salimos hasta las 9.45. De mi parte, me quede dormido por la mañana y tenía que recoger a Maria en su casa, llegue ahí después de las 8.00 y ya estaba la pobre esperándome desde hacía un ratillo. Montadas las bicis y nosotros en el coche emprendemos la marcha hacia el punto de reunión. Muy cerca de Galapagar, nos encontramos a Paula y su nave…que me sorprende la tranquilidad con la que va (me pregunto si sabía bien la hora de salida….jeje). Como no recuerda bien el punto de reunión, nos hace señas para seguirnos….pero respetando el límite de velocidad…jeje. Mientras, nos llama JoseAn para decirnos que no hay nadie aun! Estos chicos que son muy puntuales…jeje.


Llegamos y rápidamente besos, saludos y a preparar las bicis. Estamos todos preparados hasta que vemos que Alex no termina de preparar sus cosas….no encuentra las llaves de su coche! Entre todos nos ponemos a buscar. Dentro del coche, en el maletero, entre sus pantalones (no los llevaba puestos), en los alrededores, que si había ido a hacer pis y se le han caído por algún lado, que si la dejo en el maletero…en fin….algunos dábamos por fracasado el intento de encontrarlas…hasta que el mismo se percata que estaban pegadas a la puerta….aaaainnnsss!!

Por fin salimos y tomamos el sendero del Castañar, junto a la ermita de la Silla para evitar un tramo de carretera. Son las 9.45 y Axel y Elías nos esperan al final del sendero del castañar, ya que ellos venían en tren. Salimos a ritmo alegre y en 15 minutos estamos ahí. Saludos y besos rápidos y seguimos la marcha que nos espera un día largo.



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Volvemos a la carretera de forma inevitable para después de un par de kilómetros coger el sendero que nos llevará hasta Peralejo. Un sendero muy bonito y divertido que si le metes cañita lo disfrutas un montón. Una vez que llegamos a Peralejo, vamos por la primera parte nueva, que es la vía pecuaria que nos llevará hacia Valmayor y muy cerca de Valdemorillo.




Aquí nos encontramos el primer cruce de un riachuelo que cada uno lo pasa como puede. Algunos/as sin zapatillas, otros por una tapia, otros/as en bici, otros/as intentándolo No había explorado nunca antes esta zona y no me ha decepcionado nada. Me la quedo para futuras rutas que tiene mucho potencial.




Esta primera parte se hace bastante amena, ya que tira un poco hacia abajo acercándose al Embalse y el camino es muy divertido. 


Seguimos y nos vamos  acercamos al pueblo de Navalagamella, no sin antes encontrarnos otro rio donde después de cruzarlo de mil formas cada uno como le apetecía y como podía, aprovechamos el parón de quitarnos ponernos zapatillas y calcetines para darnos un merecido y buen descanso y comer algo que ya va siendo hora desde la salida que no habíamos parado para casi nada.






Toca la primera subidita del día. Es una rampa cortita pero con buen desnivel que hace que cada uno tome la posición que le corresponde.




Hasta aquí vamos bastante bien. Un buen ritmo sin muchas pausas pero sin muchas prisas tampoco. Me siento bien porque voy regulando un poquito ya que no ando bien de forma. Maria tiene problemas con el cambio/maneta y va sufriendo un poco porque teme que se le fastidie y que estemos muy lejos para un posible abandono. Al final, se las apaña y la bici le respeta y le deja terminar bien la ruta. Una alegría porque la veo bastante bien de forma y muy animada! El resto del grupo me está sorprendiendo gratamente. Como es costumbre, yo me voy quedando en las subidas al final…jeje. Entre más charlas que escucho por ahí de duatlones, entrenos, viajes llegamos a Colmenar del Arroyo. Justo al pasar las antenas, me da un calambrazo en la pierna derecha y me paro a estirar un poquito y a rodar más suave (más aun!) así que me quedo un poco rezagado.




Un poco de carretera y llegamos a Colmenar del Arroyo. Justo antes de llegar, Axel y yo “decidimos” seguir fielmente el track. El track nos saca un poco de la carretera para llevarnos por un mini sendero a lado de la misma….Error! Lo pasamos pero al llegar a Colmenar del Arroyo nos damos cuenta que la mayoría ha pinchado. Excepto los que llevamos tubeless y creo que Paula también no hemos pinchado. 


Es la hora de la comida y decidimos parar a comernos el bocata y descansar otro poquito. Son las 2 de la tarde y creo que terminaremos sobre las 6. A partir de ahora viene la parte más durilla. Nos toca la subida del día. Después del merecido bocata, aquarius, coca colas, trinas, cafés y de reparar pinchazos emprendemos la marcha hacia Navahonda.






El camino tradicional sería por carretera, pero gracias a nuestros amigos Lanchares que son autóctonos de la zona, nos vamos por caminos y senderos muy entretenidos y bonitos. Empezamos a coger desnivel y se nota que estamos un poco frios despues de comer y al menos en mi caso, siento las piernas un poco pesadas. Senderos, piedras, charcos....nos lo estamos pasando genial!




Ahora toca un poco de emoción. Llegamos a una valla con un aviso de “Cuidado, reses bravas”. Decidimos entrar porque el track marca que el camino es ese y bueno…que sea lo que sea. Justo al pasar la puerta de entrada, nos damos cuenta que ha pinchado Elías. Así que decidimos que los más fuertes se queden con él para ayudarle y los más lentos vayamos avanzando. En la primera avanzadilla nos vamos Maria, Belén, Paula, Arantxa, Raúl y yo. Voy el primero porque llevo el track, así lo pensé al principio….pero luego me di cuenta que me pusieron primero por si salía una vaca brava me llevara a mi primero!! Jajaja. En fin, vamos a buen ritmo, voy el primero y las chicas detrás cuando de repente empezamos a escuchar unas fuertes pisadas de una manada. Me paro en seco y miro para todos lados a ver por dónde van a salir. Lo peor en estos casos es acercase mucho y que tengan críos, lo cual les hace ponerse más nerviosas a las vaquitas. Y de repente de la nada, salen por la izquierda un grupo de 4 ó 5 reses a toda velocidad y pasan por nuestro lado. Me quedo acojonao y congelado. Ni me bajo de la bici ni avanzo ni retrocedo…tampoco miro atrás a ver cómo están las chicas. Bueno…por fortuna las reses pasan a toda leche sin mirarnos. Las perdemos de vista pero me quedo un poco mirando alrededor por si alguna rezagada puede aparecer. Parece que no y entonces miro atrás y me doy cuenta que la mayoría se ha bajado de la bici y se han escondido! Después de unas risas de nervios, seguimos juntos y por fortuna el camino tira un poco hacia abajo. No vamos muy rápido para no asustar a alguna res que nos encontremos y por fin! Vemos la puerta de salida. En eso, como una flecha y quitándome las pegatinas de la bici me pasa Paula! Ansiosa por salir…jeje.




Salimos y meditamos lo sucedido y discutimos si debemos esperar o no al resto. A lo cual, Belén me comenta que si les vemos del otro lado y con reses detrás de ellos….que si nos vamos a meter…ante lo cual la respuesta fue un rotundo no….jajaja…así que decidimos seguir nuestro camino.
Unos cientos de metros después, nos detenemos porque Belén ha pinchado y nos entretenemos un poco reparando el pinchazo. Los demás tardan y llamamos por si ha pasado algo. Y resulta que antes de salir, se han dado cuenta que Alex ha pinchado.




Mientras seguimos reparando el pinchazo, llega el resto del grupo. Charlas varias sobre el momento que ha pasado y terminamos de reparar el pinchazo y seguimos.


Empezamos en breve la subida a la ermita de Navahonda y la posterior subida al Alto de Navahonda. Una subida dura y con tramos técnicos. Quise poner esta subida a mitad o más bien al final para crear un efecto psicológico, que parece que funciono. Todos/as la subimos bastante bien. Como siempre, me quedo al final que voy justo de fuerzas y aún queda subir más. En final india llegamos todos al alto y ahora toca bajar a Robledo de Chavela por una bonita senda con un tramo técnico cortito.




Al llegar a Robledo se empiezan a notar las caras de cansancio, hambre y sed. Salimos de Robledo de Chavela y en el camino de subida, me doy cuenta que me he salido del track. Pensamos en volver y pillar de nuevo el track, pero es una tontería porque vamos a bajar para subir de nuevo. Además la otra subida es más técnica y nos retrasaría un poco más. Decidimos tirar de mapa y JoseAn ve que el camino nos lleva a la carretera y luego de nuevo enlazamos al track por una pista rápida que baja a Zarzalejo. Una pena porque aquí se podría rodar más rápido pero las rachas de viento nos impiden rodar alegremente.




Llegamos a Zarzalejo y a Pajares donde ya solo nos queda volver a la Silla y finalizar! Reagrupamos  a mitad de la subida y se nota mucho el cansancio y sobre todo el hambre! Continuamos y a buen ritmo en media horita estamos en lo alto de la silla y solo nos queda bajar. La mayoría opta por bajar por la carretera y solo algunos desdichados bajamos por las trialeras. Increíblemente me siento bien en esta última parte, tanto que en el llaneo a Zarzalejo voy a rueda de Gaby y joseAn que no vean como me llevan! Que fuertes están!


 


Terminamos la bajada con una sonrisa de oreja a oreja y nos vamos al parking donde todos contentos hemos finalizado bien nuestra primera ruta de preparación para el Soplao. Despedidas de algunos y otros nos vamos a Guadarrama a por un merecido bocata del Romantic. Después de unas buenas cervecitas y bocatas cada uno emprende marcha hacia Madrid. Ha sido una bonita experiencia y vamos a por la siguiente….Bustarviejo!?