28 de febrero de 2012

Ciclo-esquí por la Pedriza al estilo CDC



Tras unas semanas de frío intenso, por fin el tiempo nos daba un poco de tregua para subir a la sierra y con suerte (pensábamos) encontrar nieve. Así salimos un grupo bien nutrido de aventureros rumbo a la Pedriza, con la ilusión de llegar hasta lo alto de la Nava, aunque lo iríamos viendo sobre la marcha, ya que algunos todavía sentíamos el rigor de la master class de spinning del día anterior.
Mucha alegría nos dio contar con la reincorporación de Julio, que nos tenía un poco abandonados por los estudios, así como de José Carlos, Fausto y también contar con una nueva pareja de abonados a las aventuras CDC: Elisa y Javi, que acudieron acompañados por su amiga Sole, una montañera aguerrida que hace años no montaba en bici, pero iba con las pilas a tope.
 Comenzamos con una subida por la carrtera y ya sentimos que nos sobra ropa. Al poco el primer percance, un reventón del neumático de Josean que nos sirve para tomar aire y a Ramón para empezar a comer (¿Dónde meterá este chico tanta comida?).
Ahora si comienza lo bueno: una subida continua, sin prisa pero sin pausa, en la que el pelotón se estira. Aquí Sole despega como un cohete y pensamos "menos mal que llevaba años sin tomar la bici"… lo cual demuestra que la montaña da un fondo físico tremendo.

 Tras una bajadita que nos sabe a poco y sirve para reagruparnos sigue más cuesta, menos empinada pero con el terreno mas embarrado, ya se notan los primeros restos de nieve. El camino no tiene pérdida, así que de nuevo agarramos cada uno nuestro ritmo. Por delante Fausto, Jose Carlos y Josean… y en la retaguardia Elisa acompañada de Javi lo va dando todo sin perder por un momento la sonrisa… ánimo campeona!
El rigor del frío ya se siente en la umbría, pero vamos con el corazón a tope. Las primeras capitas de nieve crujen con el paso de la rueda y poco a poco van apareciendo montones más grandes que se esquivan fácilmente. La cuesta se nos hace larga y poco a poco nos vamos encontrando haciendo paradas para darle una mordida al plátano… hasta que por fin llegamos al mirador!!

Al reagruparnos nos dicen que Sole ha decidido regresar cuando casi estaba a punto de llegar, qué poquito le faltó!... pero ya habrá más rutas por compartir. El resto aprovechamos para descansar viendo el paisaje nevado y comer algunas nueces que Javi muy amablemente cascaba para sus compañeros.
El viento nos obligó a ponernos pronto en marcha y de bajada encontramos más placas de hielo y nieve, así que íbamos con cuidadito y sin dejar de pedalear, hasta que de tanta nieve ya era imposible ir sobre la bici. De cualquier manera, seguimos intentándolo entre los huecos de tierra y las roderas marcadas que ponían a prueba el equilibrio. 
 
De los deslices y caídas perdimos la cuenta, pero afortunadamente caíamos en blandito. Al final decidimos dejar atrás el desvío para subir a la Nava, ya que el camino era imposible de rodar. Unas últimas cuestas donde ya sentíamos el rigor de la cubierta pegándose al barro y por fin todo para abajo por las “zetas” hasta el aparcamiento. Un último estirón de subida por la carretera para llegar a los coches y lo logramos!!!
Todos enteritos, algunos medio mojados pero muy contentos. En esta ocasión no pude quedarme a la opcional pero creo haber escuchado de unos buenos calditos que ya reseñarán los compis en los comentarios…





27 de febrero de 2012

Master-class de spinning, versión 1.0


Este curso un grupo de super-chicas-bikers hemos decidido darlo todo y apuntarnos al Soplao (bueno, yo me he apuntado al “soplado” pero creo que el resto hará la versión corta “soplao” :-p), y como el entusiasmo es una de las epidemias que con mayor celeridad se propaga, nos apuntamos a todo lo que suponga hacer deporte, dentro de nuestras ya de por si apretadas agendas.

Momento "a tope" de nuestra monitora favorita
Por otra parte siguiendo a nuestra guru espiritual Gaby, a unas cuantas nos ha dado por apuntarnos a la moda del spinning, por eso de escapar del rodillo, o más bien, ponerle música, jeje!. Y hablando del tema Paula y Javi, ambos monitores de spinning comenzaron a darle vueltas a la idea de montar una master-class de spinning. La famosa clase tuvo lugar el sabado 18/2 y no pudo ser mejor, el gimnasio era de barrio, un sitio tranquilo donde dar rienda suelta a nuestras ganas de pasárnoslo bien. Las bicis estaban en buen estado y no nos costó nada ajustarlas, y los ánimos estaban por las nubes.

Fueron 90 minutos de diversión y esfuerzo, la mejor combinación que se le puede pedir a una clase pensada para salir de la rutina de nuestras clases de spinning entre-semana y conocer una nueva faceta de algunos de nosotros/as, en este caso de Javi y Paula, como monitores. Para ser una clase tan larga no se nos hizo nada pesada, Belencilla iba marcando las medias horas como si del reloj de la puerta del sol se tratase, Gaby, María y Laurix fueron tarareando las canciones al mismo tiempo que seguían las instrucciones de nuestros profes (o al menos lo intentaban, jeje!) y Axel demostró que los tíos y el spinning se pueden llevar bien, o al menos hizo un esfuerzo que se gano el respeto de todos los/as presentes.

La clase tuvo diferentes etapas, ritmos y tipos de ejercicios, todo muy combinado y sobre todo bien preparado, que si ahora rodamos rápido, que si hacia adelante, hacia atrás, arriba y abajo, desde luego no quedó músculo en las piernas sin trabajar, aunque alguna utilizó excusas varias para darse un respiro encima de la bici, todas/os sudamos de lo lindo y nos ganamos ingrediente a ingrediente la super comida que nos esperaba luego.
Super-bikers indoor versión 1.0 (ya vendrán más master-class)
Porque lo que quedó claro es que cada uno/a dará lo que pueda en los momentos de deporte, pero cuando se trata de la opcional, ahí sí que lo damos TODO, o mejor dicho, nos comemos lo que sea, jaja!.
El hambre es muy mala y en el bar argentino que nos recomendaron, no dejamos ni las migas, jaja! Compartimos provolones, pedimos pizzas y pasta, y coronamos con unas tartas muy buenas y unos cafecitos.   

En términos calóricos, tengo la impresión de que el saldo neto del día salió positivo, pero también en términos de satisfacción vs esfuerzo, el saldo fue positivo, bueno, más que positivo optimista a tope, jeje!
Moraleja: Es importante disfrutar cuando estas esforzándote por algún objetivo, nunca se sabe lo que puede pasar en un futuro, con lo que no hay que mirar sólo hacia la meta, sino que también hay que disfrutar del camino, y este sábado resultó “disfrutón”.

13 de febrero de 2012

Haciendo ochos


En las últimas horas me he metido en una discusión en el Foromtb sobre por qué hay tan pocas chicas que suben en mtb a la montaña. Hace unos minutos he estado a punto de mandar un privado a las moderadoras para que me banearan antes de escribir alguna barbaridad de la que me pudiera arrepentir.

Cuando estudiaba inglés intenté grabarme a fuego uno de sus refranes: "Look before you leap". Viene a ser algo así como mira antes de saltar. Por aquel entonces no pensé que lo fuera a utilizar más allá de para no meter la pata en una conversación y ahora lo uso mucho más para no matarme bajando con la bici...

En fin... ¿qué hacemos las pocas chicas que subimos en mtb a la montaña? ¡Hablar de guarrerias!
Las conversaciones del sábado empezaron con el a ver quién tiene la pija - tija - más larga, siguieron con artilugios tan curiosos y con nombres tan poéticos como Copa de Luna - rebautizada como Concha de la Concha - y terminaron con recomendaciones de tintes para cabellos rubios.


Y por el medio... un sube y baja por los montes de los alrededores del bonito pueblo de Chapinería de los más divertido. El sol poniéndonos morenas, los pulmones pidiendo algo de contaminación para poder respirar, las piernas llorando por una bajada y algún que otro cardenal - este no es un país laico nos pongamos como nos pongamos - apareciendo en algunos cuerpos.



La ruta empezó para mi con una pelea con las lentillas. Gracias a mi mecánico de confianza que se quedaba refunfuñando en casa - ¡ya queda poco Pollo! - conseguí alcanzar el ascensor a cinco minutos de la hora de quedada. Llegué a la Glorieta de Rocio Durcal - tu te harás mujer y yo arquitecto (ver minuto 5:35) - a la hora señalada y esperé a Veroloma y Feliphow entre un termómetro que marcaba dos grados sobre cero y otro que marcaba menos tres. Yo me pegué al puestecillo de churros y resistí bien el frio.

Nos dirigimos en la maravillosa Vito - ya una más de las rutas, habría que incluirla en la foto de grupo - al Colmenar de Arroyo. Un pueblo muy bonito pero en el que no están muy aconstumbrados a los ciclistas. Ya echaba yo de menos eso de que nos "miraran raro". El bajarse de la furgo allí fue más dificil. Qué frío!

Enseguida llegaron Popuser y Laurix, Pauliña y Sherekhan, las otras parejas protagonistas de la ruta del sábado.
Pauliña y Sherekhan nos deleitaron con su número de Pimpinela, que si vaya ruedas que llevas, que si hínchamelas Ramón haz algo, pues vaya con tu piiiiiii - palabra censurada - que te pone una tija pija y no te hincha las ruedas,... en fin esos momentos sin los que una ruta no está completa.

Empezamos la marcha a eso de las 10:30 saliendo del pueblo rumbo al monte. Y cómo empiezan todas las rutas si no es en un bike park? Subiendo! Las pendientes no eran muy pronunciadas pero el terreno de arena, piedra suelta y roderas por todas partes, nos hizo sufrir a más de una.

La ruta es pistera cien por cien, no cogimos un sendero ni por equivocación, y, aunque pueda parecer aburrido a priori, el tener que ir despacio, subiendo y pudiendo de vez en cuando contemplar el paisaje, se agradece un montón.

Y luego están las bajadas. Excepto alguna zona un poco pedrolera, las pistas rápidas son muy divertidas, permiten coger velocidad, y probar las tijas pijas, las que las llevaban, claro.

Casi sin darnos cuenta llegamos al bonito pueblo de Chapineria. Lo atravesamos y empezamos la segunda parte del ocho que componía el track de la ruta. Feliphow y Popuser tenían dos tracks para esta parte de la ruta. Dado que la primera se nos había dado muy bien, ibamos bien de tiempo y no moríamos aún de hambre, decidimos hacer la que, a priori, nos parecía podías ser más divertida. En teoría no debía tener demasiado desnivel así que cuando empezamos a encontrar subidas pronuncidas nos entraron las dudas. Bueno, la única y definitiva duda: ¿Estabamos haciendo el track al revés?














Parece ser, según últimas investigaciones de Popuser, que no sólo hicimos la segunda parte del ocho al revés, sino que hicimos la ruta completa en el sentido contrario. Pa chulos, nosotros!
Eso sí, como todos los caminos conducen a Chapinería, alcanzamos nuestro destino sin problemas y después de algunas dudas, de algún trigre que quiso hacer una vuelta de más por carretera y de huir de los encantos de los carteles de los bares que anunciaban paella, hicimos nuestros últimos kilómetros de vuelta a Colmenar de Arroyo por carretera, antes de que tener que sacrificar a alguno de los nuestros para comernoslo.














Una vez más, nos perdimos, sufrimos, nos caímos, nos reímos, charlamos de todo lo imaginable y degustamos una excelente opcional en La Colmena, de donde pondemos recomendar sus torreznos y sus tiras de pollo. Eso sí, la tortilla, es  mejor contemplarla que devorarla - ¿verdad Ramón?.

Gracias a todos por un día inolvidable. Y mención especial para Veroloma: la segunda ruta a la que te dejas llevar engañada y la terminas con una sonrisa de oreja a oreja. Nena, tu vales mucho!

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3 de febrero de 2012

No se trata de ganar

Hacemos deporte porque nos gusta, porque nos lo pasamos bien haciéndolo, porque es salud, porque es crecimiento personal, porque es un estilo de vida.