31 de enero de 2012

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...


....no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda...

23 de enero de 2012

Vuelta al embalse de Santillana….

POR: JOSEAN

Aunque parezca mentira estábamos en invierno.  Amaneció un sábado 21 de enero con temperaturas suaves, que presagiaban el día tan espectacular que íbamos a tener. Felipe había propuesto una agradable ruta para seguir con la iniciación de Vero, toda una campeona por lo bien que se le da el mtb. Quedamos a las 10.30 en la estación de Colmenar, no apetecía para nada madrugar a nadie. Allí nos juntamos Alex, Belén, María, Ramón, Felipe, Vero, Gaby y Josean. Tras los abrazos de rigor comenzamos a rodar por pista, vamos calentando. A los pocos kilómetros llegamos a la única dificultad del día. Un tramo de sendero con mucho sube baja y grandes piedras. El sendero es muy disfrutón, pero para Vero que está empezando la cosa fue más complicada. Muchos ánimos y abrazos compensaron algún que otro cabreo por la dificultad del terreno. Al final Vero solventó el sendero técnico con una sonrisa.



A partir de ahí el recorrido seguía por pistas pecuarias, rodábamos juntos compartiendo animadas charlas hasta llegar a una bajada empinada, cada uno a su ritmo, afrontamos la empinada cuesta que casi nos dejo en Manzanares el real.



En la bella localidad serrana y junto al castillo de los marqueses de Santillana tomamos el almuerzo, parece que hemos quedado a comer, no paramos de hablar de comida.


Continúa la ruta bordeando el embalse de Santillana. Por un entretenido sendero y varios pasos por arroyos, que dieron lugar a mucha diversión y culos mojados. Ya es un poco tarde y decidimos acortar parte de la ruta y regresar a Colmenar por el carril bici.


Llegamos a Colmenar y buscamos el verdadero objetivo de la ruta, la verdadera razón de que hayamos pedaleado un buen rato; comer unas enormes hamburguesas en el bar de Manolo. Declaramos al bar de manolo, Bike Friendly. Son un encanto, nos guardan las bicis en un gran salón cerrado con llave. Mientras las bicis descansan, nosotros atacamos las famosas hamburguesas, deliciosas. Cafés y chupitos para dar por terminada la ruta, menudos deportistas, y luego de cena. Fantástico día.


18 de enero de 2012

¿Te gusta conducir?

No estoy hablando de un coche sino de esos pedazo de pepinos que tenemos por bicis y a las que hay que empezar a dar caña antes de que les crezca una cestita en el manillar.

Que entre las chicas de este grupo hay tres Giant, una Cannodale, una Cube, una Kona y dos Specialized, todas dobles.

Nuestras queridas "niñas" tienen un solo objetivo en su existencia: tirarse por una buena pendiente.

 Y Ainara está montando su bici de descenso...

¿Nos apuntamos?

11 de enero de 2012

Por los caminos del norte




El reloj marcaba las siete de la mañana y el horizonte apenas ofrecía unos tímidos rayos de luz… Con la modorra típica del invierno salgo de la cama para asomarme por la ventana y tras comprobar que la lluvia nos da un poco de tregua, decidimos lanzanros a la aventura ¡A rodar se ha dicho!

Motivada con la idea de descubrir nuevos caminos en aquellas tierras vascas junto con los tres alegres compadres de Zumárraga, o sea los “Chous” (Txous, en este caso, jeje), nos ponemos en marcha, llenamos el tanque con un gran trozo de rosco de reyes y salimos disparados a disfrutar de una intensa mañana de puro mountain bike. 

 A unas cuantas calles de distancia se encontraba el punto de reunión, la tienda de Javi (Godoy Bike&Ride: organizador de la ruta), donde nos encontramos con el resto del grupo. Tras los arreglos mecánicos de rigor, salimos una tropa de nueve chicarrones del norte y una chica CDC… ¿Quién dijo miedo? 

Empezamos calentando por el bidegorri (carril bici), que dejamos rapidísimo atrás para encaminarnos hacia el monte Oleta. La primera subida por la pista asfaltada de Aguinaga parecía sencilla, pero pronto me doy cuenta que aguantar el ritmo del grupo me iba a pasar factura, así que me quedo con Josean en la retaguardia disfrutando del paisaje. Al finalizar la cuesta, sólo queda tiempo para quitarse las chaquetas y salir pitando, que a estos chicos les va mucho la marcha!..

Por fin dejamos atrás el cemento y empieza lo bueno: un sendero precioso ya en pleno bosque, pero exigente… y es que aquí las cuestas son tremendamente directas: se mete plato pequeño y hasta la punta sin apenas llanear. Siento que el corazón se me sale intentando no quedarme atrás, además que el barro hace todavía más dura la cuesta… ahora entiendo por qué Javi me decía al inicio de la ruta: “Laurita, aquí hay que darlo todo” 

Aunque Josean va sufriendo con las rodillas, decidimos continuar (se rumoreaba que lo peor había pasado, jaja). Seguimos por la zona de Pagotxea por un camino más rodador hasta un cuesta corta que hacía parecer todo lo anterior como un simple calentamiento. Pero yo ya estaba encandilada, así que tiro con todas las fuerzas de mis riñones… pedal a pedal sin perder el equilibro, y me quedé casi a punto de lograrlo!... chavales, qué subidón! 

Pero, no… todavía no llegábamos a la cima. A continuación señoras y señores: la madre de todas las cuestas!.. Ahí ni había camino, sólo se veía una casita en medio del prado donde ya se dirigía la cabeza del grupo. Sin pensarlo demasiado visualizo la estrategia de ataque, siguiendo la conocida estrategia del borracho: zigzagueando hasta perder el equilibrio… y tras unos cuantos “pies a tierra”… por fin llegamos... y el público aplaudía!...ehhh! bieeen!! 

 En lo alto se abría la bruma y nos permitió disfrutar de un paisaje maravilloso: esa Guipúzcoa montañosa, tremendamente verde… salpicada de pequeños caseríos y allá a lo lejos el mar. 


Tras un breve refrigerio y las fotos de rigor, continuamos hacia Izazpi. Por el camino un grupo de senderistas daban ánimos en euskera a la única chica del grupo , lo cual me hizo una ilusión enorme aunque no entendiera, jeje!. 

La bajada por senderos mojados llenos de roderas fue todo un reto. La gruesa capa de barro hacía que las ruedas se fueran para todos lados, aunque el verdadero peligro eran las piedras y ramas mojadas. Aún así resultó una verdadera delicia! Cuando te llenas de barro hasta las mismísimas orejas, se pierde por completo cualquier tipo de aprensión. Al final iba feliz dando chapuzones por cuanto charco se ponía en mi camino y derrapando por todos lados. Ajuuuuua!! 

El reto final consistió en una resbaladiza bajada “barro-x-treme”, donde disfruté muchísimo viendo las acrobacias de los expertos para no caerse. 

La mañana se nos pasó de volada, y al final tuvimos que despedirnos antes que resto del equipo, ya que esa misma tarde teníamos que regresar a Madrid… se nos quedó esa opcional pendiente, con unos buenos pintxitos con txacoli! 

Así nos queda un “hasta siempre” en la memoria y el agradecimiento por compartir con nosotros esos caminos tan chulos. Cuando vengáis por Madrid os esperamos con los brazos abiertos!! 


10 de enero de 2012

¿Ha llegado el fin del mundo?

¿Dónde está todo el mundo? ¡Qu'e estamos a diez de enero y aún no hay ni una entrada en el blog! Inaúdito.

 Parece que el fin de año ha sido muy atareado y se ha alargado hasta este pasado fin de semana para muchos de nosotros. Viajes a Argentina, viajes a los Alpes, viajes a los Pirineos y ninguno en bici.

Supongo que todos estareís ya con los propósitos de año nuevo. Yo empiezo mañana con los míos. Los pensaré esta noche, jejeje...
Aunque por ahí ya se empieza a hablar del Soplao, de la Mountemplaria, de la Ultrabike de la Palma, de un fin de semana en Cuenca y de lo que haga falta oiga.

¡Qué tenemos un año entero para disfrutar!. Habrá que aprovecharlo, no?

¡Feliz 2012 a todos los lectores de este nuestro blog!