En estos días que ya se empieza a sentir el fresquito de fin de año, la naturaleza nos regala un fantástico espectáculo de colores ocres, verdes y amarillos. Será breve el tiempo que podremos apreciar este paisaje, y qué mejor manera de disfrutarlo que ponernos las botas para sentir el crujir de la alfombra de hojas secas bajo nuestros pies, con mochila al hombro, guantes del Perú y unas enormes ganas de patear por el monte.
Así salió esta valiente expedición en una brumosa mañana de otoño, con el fin de conquistar los Siete Picos que se alzaban sobre sus cabezas. Tras un cafecito con porras en la estación de Cercedilla, comenzamos la pateada siguiendo el sendero junto al río: un bucólico paisaje que nos inspiró para hacer un poco de Tai-Chi, aprovechando el solecito otoñal y el aroma a hierba fresca.
Seguimos subiendo, tratando de seguir los montoncitos de piedra que a veces resultaban confusos… Poco a poco comenzamos a sentir el rigor de la pendiente, pero nos animaba ver cómo al ganar altura, se quedaba debajo de nosotros la espesa bruma como una enorme alfombra de algodón, y al mismo tiempo, se abrían los picachos rocosos indicando que la cima estaba cada vez más cerca.
El terreno se volvía más rocoso y saltaban pequeños cúmulos de nieve en el camino. Al llegar al collado, sentimos de pronto enormes ráfagas de viento que despertaron nuestros sentidos con preciosas vistas, ¡Parecía que flotábamos sobre las nubes!
Sólo nos quedaba trepar por los picos, valiéndonos de brazos, uñas, dientes, y por supuesto, de la mano de algún compañero que abría camino y nos sostenía con fuerza para que no se quedara nadie atrás.
Tras breves y helados momentos en la cima conquistada, decidimos emprender marcha abajo alentados por la idea de degustar un delicioso bocata en el Romantic… El camino se hizo largo y ya se hacían notar ciertos malestares físicos y resbalones en las placas de hielo, pero no nos dimos por vencidos y decidimos hacer todo el camino de vuelta a pie, dejando allá lo lejos el sonido del tren… “tuuuu- tuuuuuuuuu”
En la bajada llegaron ciertos momentos de delirio comunal… “bocata de bacon… con pimientos… con chorizo… con quesito y cebolla caramelizada” imploraban los exploradores, que veían cómo las manecillas del reloj daban vueltas sin cesar, y no llegaban a su destino. No obstante, el buen ánimo no decayó, incluso en la retaguardia del grupo se oían bellas melodías, cual canto de hermosos gorriones… vamos, aquello era idílico.
De pronto, encontramos las vías del tren!!!.. Fue entonces cuando los pasos de los más hambrientos se aceleraron, y en menos de lo que cantan diez canciones los citados gorriones, estábamos nuevamente en la civilización.
Qué alegría cuando a nuestra mesa llegaron aquellos enormes bocatas!, con qué emoción y gusto los devoramos. Algunos dormían a tiempo que comían (como podréis ver en las fotos), otros en cambio, seguían delirando con las setas extorsionadas al hijo del dueño del bar.
Juntos vivimos un día redondo, donde hubo exaltación, relajación, alegría, dolores en sitios insospechados de nuestro cuerpo, pero sobre todo mucho compañerismo y muchas risas.
Espero que la próxima vez la expedición sea aún más grande… y cuando llegue por fin el invierno, salgamos a aventarnos grandes bolas de nieve y nos deslicemos por las laderas, sintiendo el aire helado en las mejillas… hasta entonces… seguiremos rodando!!!
Fotitos:
Que chulo! A la siguiente me apunto!
ResponderEliminarPrecioso Gaby. Y la fotos una pasada!
ResponderEliminar¡Ala Gaby! Ya tienes usuario y vaya estreno.
ResponderEliminarTenías que haberte venido Mary que lo pasamos bien, hubo de todo, sonrisas y lágrimas(cierta cesta tuvo la culpa pero hasta ahí puedo leer...)
Ya te digo! Mary deja los vicios insanos :P Gaby for Pullitzer!
ResponderEliminarGaby me ha encantado!!! Una gran crónica!!!
ResponderEliminarMe lo pasé estupendamente bien!!!
Lástima las setas! Ya volveremos al Romantic a por ellas!!! Al menos tb nos conocerán por Guadarrama, no¿?
¡Qué guay!
ResponderEliminarA la siguiente me apunto.
Besos
que fotos más chulas, que bien os lo pasasteissssss!!!!
ResponderEliminarLa mejor deportista y la mas guapa es LG
ResponderEliminarY una magnífica marca de electrodomésticos...
ResponderEliminarQue pena habérmelo perdido, con el tiempo que hace además que no pateo la montaña. Bueno, ya volveré a las buenas costumbres, entretano me alegro de que que lo paséis tan bien (muy chulas las fotos y la crónica).
ResponderEliminarGaby, para mí que eres ídola tú también :D (y además con fans anónim@s)
Jaja!.. Podría haber escrito un “auto-anónimo” para echarme flores, pero alguien me ha ganado la idea!, cielos!!!... Hablando tan bien de LG, le podríamos pedir patrocinio para el nuestro blog, igual hasta nos regalan una lavadora, jeje
ResponderEliminarYo prefiero una tele de por lo menos 60 pulgadas...
ResponderEliminarJo! es que cada vez que veo las fotos me entran unas ganas de ir...¿cuándo hacemos la próxima?
ResponderEliminar¡Besitos!